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¿Cómo puedo servir a Dios?

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Tanto los sueños como las voces de difuntos, y las visiones, son tres formas de comunicación con lo sobrenatural o, en palabras de mi abuela, con el otro mundo, con la otra vida. Ahora vamos a analizar los elementos que las definen. Los sueños son unas de las formas mediante las cuales lo divino se comunica con Pepa. Esta comunicación se da en un espacio onírico. Aunque por lo general, los relatos son bastante claros.

Talvez con sus cabellos recogidos en una coleta pero con algunos caídos entretanto trabaja para llevar a cabo las órdenes de su egoísta madrastra y hermanastras. Sus servicios se realizan por deber. No pretende ser un adeudar que debamos cumplir para mantener nuestra posición o para subir en nuestro estatus. Los cristianos procuran ellos mismos ser siervos de Dios para honrarlo y glorificarlo debido a lo que creen que él ha hecho por toda la gente. No nos equivoquemos: Dios no necesita que nosotros le sirvamos.

Imagen Cómo podemos servir Piense de qué manera otras personas le han prestado servicio a usted y a los miembros de su familia. El servicio es prestar asistencia a quienes necesitan ayuda. El servicio cristiano nace del amor genuino que se siente por el Salvador, y del amor y la preocupación por quienes Él no sólo nos da la oportunidad de ayudar, sino de guiar en la vida. Todos debemos estar dispuestos a prestar servicio, sin tomar en cuenta nuestra posición económica, social ni nuestra edad. Hay muchas formas de depender. Por ejemplo, podemos dar alimentos u otros artículos a quienes los necesiten; y ayudar a los necesitados al contribuir una ofrenda de ayuno generosa; podemos brindarle amistad a un recién llegado, cultivar un pequeño huerto para una persona anciana o cuidar de un enfermo. Podemos enseñar el Evangelio a quienes necesitan conocer la realidad o consolar a quienes sufren. Podemos realizar grandes y pequeños actos de servicio.

De ahí el celo que muestra el marido o el novio por la decencia en el vestir de su esposa o de su novia. Y lo mismo, mutatis mutandis, ha de decirse del hombre en relación a la mujer. Con respecto a esto, algunas parroquias suelen recordar como estereotipo al entrar qué tipo de gala es adecuada y cual no. Si bien es cierto, no se nos pide vestir como monjas esto si es una buena forma de admirar que por obediencia y amor al Señor debemos sacrificarnos y soportar las incomodidades del clima. Por todo ello, se puede llevar vestimenta ligera y fresca en temporadas de verano empero siempre manteniendo los límites de la modestia. Por otro lado, debido a la influencia del cine o la televisión con respecto al erotismo o desnudo, se han puesto muy de moda las fotografías de mujeres embarazadas mostrando el vientre cuando siempre ha habido un halo de misterio que envolvía la intimidad de su estamento. Es por eso, que siempre se nos ha aconsejado no seguir las costumbres o tendencias mundanas pues nos alejan de nuestra verdadera naturaleza femenina y virtudes morales que Dios ha puesto para vivir una vida abstracto elevada encaminada a la santidad. El ejemplo es la mejor enseñanza Como experiencia personal os contaré que llevo ya cuatro años viviendo y practicando con mayor perfección estas virtudes así como también trato de contagiarlo en las mujeres que conozco. Sin bloqueo, a mi regreso a la Basílica Católica me di cuenta que la mayoría de mujeres no lo practicaba y crei que la iglesia ya no lo enseñaba así que todavía llegué a descuidarlo un poco.

Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra bendición, oramos con toda nuestra persona, como espíritus encarnados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mayor atención. Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos arrodillamos, nos sentamos y también somos invitados a realizar una serie de gestos corporales. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra aportación personal en la Misa.

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