Un hombre que, lo confiesa, le debe todo a sus miedos. Por Mario P. El escenario de la infancia fue en Guadalajara, México, donde Guillermo nació de Guadalupe y Federico del Toro —un vendedor exitoso de autos— quienes montaron su cuna el 9 de octubre de Dentro de un ambiente tradicional, conservador y católico, el niño rubio dio señales de no querer pertenecer del todo. Los muñecos de acción bañados en salsa de tomate. Pronto toda la familia de Guillermo era parte del sueño. La experimentación y ambición llevaron a Del Toro a Ciudad de México, donde ofreció los servicios de Necropia para una serie de televisión innovadora que Televisa cocinaba: La hora marcada, una antología de relatos de suspenso muy al estilo de La dimensión desconocida y Galería nocturna, de Estados Unidos. En una sala de espera conoció a un chico de pelo rizo que, al igual que él, saltaba de ganas de contar historias.
Únicamente a partir de este conocimiento confiado podréis reconocer la propiedad en la creciente confusión de los sentidos, de las creaciones humanas. Y si perfectamente plenamente humana, no puede haber achares de que la propiedad es frontal a la especie. Pues, mirando cada uno a su alrededor, advertimos lo que nos es cercano y ausente por la cantidad de nosotros mismos que tenemos puesto en ello, la medida en que participamos de lo que no somos, y así, mirando ya no alrededor sino a nosotros mismos, nos vemos de esta forma extendiéndonos, y encogiéndonos y penetrando en nosotros el mundo, tanteando el acuático medio como amebas, incorporando, abandonando, reconociendo, usando. Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: Pazos Rodríguez, O. De esta manera, tentando la propiedad en torno, adquiriere este arrepentido la destreza de que proximidad y lejanía son variaciones en la aguante a ser asido, y de semejante modo el entendimiento comprende la libertad y la dificultad, lo favorable y lo contrario, lo interno y lo externo. Las cosas, o mejor, la cosa, es ajena, indiferente a nosotros y ferozmente hostil por ello. Cuando adquirimos pleno conocimiento de las cosas es cuando adquirimos uso-de-razón. Entender la cosa y su poder anulador es descubrir la muerte pues, así lo sentimos entonces, no es el globo el que nos mata, si no las cosas, …ellas.
España. Madama soltera, 31. España. Madama soltera.