José Luis Carranco Artículos 0 Anteriormente hemos hablado de cómo encontrar a un compañero de juegos, imaginemos que por un contacto o en un chat lo has encontrado, veamos cómo sería ese primer encuentro real. Acabamos de entrar en una fase importante y crucial de una futura relación. No importa que el primer encuentro termine en escena o no, lo verdaderamente importante es conocerse. Para llegar a encontrarse realmente, por norma ya habéis hablado en chats, intercambiado mails, o charlado por teléfono. Ese encuentro es para ver que todo lo que se habló es verdad y que es la persona que se busca.
En estos juegos, generalmente, una persona adopta un rol de Dominante, y otra persona adopta el rol de Sumisa. Pero no nos confundamos, nada tiene que ver con el machismo, tampoco tan siquiera con la heterosexualidad. Podemos encontrar tanto mujeres como hombres Dominantes, así como mujeres y hombres Sumisos, e incluso mujeres y hombres que disfruten intercambiando los roles de baza en tanto, siendo a veces Sumisos y a veces Dominantes. Sea cual sea el tipo de juego que se lleve a cabo, lo básico es ceñirse a los principios del BDSM: que sea consensuado entre personas adultas; que sea seguro, a altitud físico y a nivel psicológico; y que se haga con cordura, sabiendo diferenciar el juego de cualquier otra situación que puedas estar viviendo. Porque se trata de juegos que suponen un riesgo real a nivel físico y a nivel emocional para quienes los practican. Azotando a alguien podemos llegar a hacerle daño si no tenemos cuidado, y de la misma manera, insultando a alguien dentro de un juego de Dominación y Vasallaje podemos llegar a herirle emocionalmente. Por ello, una vez finaliza el juego, es importante que la parte autoritario le brinde After Care a la parte sumisa.
Sep25 Una característica casi general de todos los sumisos, es el fetichismo de pies. Algunos en menor o máximo medida, pero todo esclavo disfruta masajear, besar, oler y si puede, acariciar los pies de su ama. Aun la fecha no queda claro el porqué del fetichismo de pies, que lo provoca exactamente, o en qué medida, pero lo que sí es claro, es hay muchos fetichistas de pies, patéticos hombres que darían cualquier cosa por besar los pies de su vecina, o quitar y aromatizar las sensuales sandalias o zapatos de tacón de alguna compañera de trabajo. Muchos incluso pagarían, o estarían dispuestos a humillarse por tener la oportunidad de besar esos lindos pies. Hay hombres obsesionados con los pies a tal grado, que cuando ven a una mujer linda en la piso, ya no se fijan ni en sus pechos ni en su asentaderas como la mayoría , sino que clavan la mirada en el piso. Con el tiempo, al no adeudar acceso a pies que lamer u oler, comenzó a desarrollar una encurtido del fetichismo de pies, y es el fetichismo de zapatos. También les pedía que si tenían zapatos viejos que fueran a tirar, mejor se los dieran a él, ya que él conocía a alguien que los reparaba y los donaba. Afortunadamente para él, ahora tiene el placer de servirme, y siempre y cuando se porte bien, casi todos los días le ordeno masajearme los pies cuando llego a casa luego de un largo día, y si ha acabado todos los deberes y mandatos previos, le permito olerlos y besarlos.
Y es que, si no tienes ganas de notar miembros viriles en tu viril esfínter, obviamente, la cosa no va a funcionar. O al aparte, probar una vez. Para que no digan que no lo has axiomático todo en esta vida. Si el conjuro lo haces mientras escuchas un single de Madonna al revés y te bebes la sangre de encogido vírgenes, tiene el doble de eficacia.
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